el inframundo

el inframundo

Viaje a lo más profundo

Los cinco ríos del Hades eran Aqueronte (pena), Cocito (lamentos), Flegetonte (fuego), Lete (olvido) y Estigia (odio). Os invito a que os adentreis en cada uno de ellos, y os dejeis llevar por sus aguas, pero no olvideis pagar al barquero, pues eso os asegurará el retorno...

viernes, 13 de julio de 2007

ESTIGIA (II)


Los festejos habían comenzado. Una gran mesa con miles de manjares para miles de comensales que habían perdido ya todo su paladar, y en el centro de todas las miradas, el señor de todo y todos los que nos rodeaban y junto a él, temerosa, aguardaba a que las miradas de todos sus interfectos siervos dejasen de ser desconfiadas y hostiles. Sus siseos penetraban sin que pudiera evitarlo en mis oídos, impidiéndome escuchar la melancólica y fúnebre música que sonaba en nuestro honor…
Un estruendo detuvo la música, y toda la atención que antes se posaba en mí, ahora se centraba en la misma dirección de la que provenía el sonido…
A lo lejos, se mostraba una silueta ya conocida para mí. Inconfundible, aparecía victorioso frente a nosotros, llevando su sombrero de viajero y sosteniendo en su mano derecha aquel cetro que había arrebatado tan astutamente a su hermano, el caduceo. Hermes, amenazante, se acercaba hacia nosotros…
Mandado por Zeus “venia a devolver lo que se le había arrebatado a Démeter, su hija, para que así ocupara el lugar que le corresponde”… Démeter, un nombre que yo casi había olvidado y que al escucharlo de nuevo hizo reaparecer en mí miles de extraños y controvertidos sentimientos.
¿Devolver lo que se le había arrebatado? ¿Volver? ¿Regresar a casa? ¿Regresar con los que aunque eran mi familia, no intentaron evitar que desapareciese?
Me sentí como si solo fuese un botín en una puja entre dos bandos, solo era aquello de lo que nunca se habían percatado hasta que lo habían perdido… ¿ocupar el lugar que me corresponde en el Olimpo? ¿y cual era ese lugar? Todos los hijos de Zeus habían sido asignados en importantes zonas de su reino, pero yo, solo era un pequeño adorno que engalanaba aquel lugar, alejada por mi madre del resto de los dioses, y preocupada solo por que las flores emitieran aún mejor olor.
Las flores, el río, las ninfas… volver… lo había deseado tanto… la sonrisa de mi madre, el calor del sol, la adoración de los mortales, la paz de la ignorancia… ¿volver? Quizás…
Pero mi Señor no lo permitiría… no me dejaría escapar…

3 comentarios:

Anónimo dijo...

me mola que haya algo mas de accion con zeus y demeter y tal...por cierto no se sabe cuanto tiempo lleva raptada persefone (es una pregunta, es que no se donde leches esta la interrogacion)

ea, para que luego digas que no t pongo comentarios

Anónimo dijo...

Siempre resulta difícil volver. ¿Volver a dónde? a un lugar en el que nadie te espera, en el que sólo eres un vago recuerdo...

Llega un momento en que la idea de hogar desaparece y por eso da tanto miedo volver...

Pero me han dicho, de todas maneras, que en el inframundo hacen unas bacanales de puta madre con prostitutas y to eso... A ver para cuando repartes una invitación o algo...

Cristina dijo...

Sería demasiado fácil poder volver si hubieramos sabido desde el principio de la existencia del barquero. La pena es comprenderte cuando hablas de emociones negativas, pero no será tanta cuando en realidad me dejas inquieta y con ganas de seguir leyendo...
Un placer ;). Continualo por favor, nos vendrá bien.