Rodeada de nuevo por ninfas y flores, añoro todo lo oscuro y no puedo evitar intentar recuperar en mi mente aunque sea solo un segundo, su imagen. Entre lágrimas escondidas miro de nuevo mi reflejo en el río, y sin darme cuenta mi imagen comienza a cambiar, transformándose en algo que me resultaba muy familiar. Era su rostro, y sus inmensos profundos ojos negros, que me miraban despojando de mí toda la fachada que había creado para los demás, y desnudando mi alma de nuevo, como lo hizo con mi cuerpo anteriormente. Volví a sentir sus frías y a la vez, cálidas manos y mi respiración se aceleró del mismo modo que en aquel momento… y nos vi a los dos de nuevo enlazados sobre la oscura piedra, y noté sus labios una vez más sobre mis senos que poco a poco fueron permutando su forma y color… y una vez más, y sin ni siquiera estar presente, volvió a darme vida, para en un solo aliento, volver a quitármela…
Al oír pasos a lo lejos, su imagen desapareció del agua, dejando que mi imagen disfrazada se abriera camino.
1 comentario:
Es de dstacar que se me acelera el pulso al saber que hay una nueva entrada...para lentamente recaer una vez leido
FDO: un admirador anonimo, o quizas no tanto
Publicar un comentario